martes, 3 de noviembre de 2009

Urbanismo anarquista: La nave de los locos


por José Pérez de Lama, Los Ángeles 2000


anfiteatro de La Realidad, agosto 1994

Rem Koolhaas, uno de los papas de la arquitectura contemporánea, escribía recientemente que la Arquitectura cada vez más consistirá en la organización de eventos. Y ya se sabe que los papas hablan ex-cátedra, no se equivocan.
A estas alturas del siglo ya no hace falta que lo diga RK; para la multitud de arquitectos subempleados y para los estudiantes la arquitectura no se debe reducir, ni se reduce, a la construcción de edificios y espacios urbanos. Está de moda suscribir que cualquier actividad física, mental o digital que transforme el espacio vivido es arquitectura. Además toda esperanza de evolución de la ciudad más allá de los mecanismos de control del espacio de la burguesía, el
capitalismo -división inmobiliaria- y el Poder son bienvenidos por muchos; por no decir por casi todos. Post, trans, meta, híper; prefijos que denotan distintos matices del más allá.
En realidad, este discurso de las penúltimas vanguardias está hablando de las prácticas espaciales de la mayor parte de la población mundial [Fisuras, núm 6: "Cómo vive la otra mitad"], los que la academia y el poder denominan "sub-desarrollados", pero que algunos, en ciertas ocasiones, llaman "resistentes". Hasta aquí nada, o casi nada nuevo. El retorno de los 60, ¡buen rollito! en cualquier caso.

Urbanismo anarquista

Algunas de estas prácticas híper-arquitectónicas, sin embargo, tienen una componente más combativa que otras. Hace ya algunos años cayó en mis manos un panfletillo con el que trabajamos en clase en la ETSAS durante varios cursos. Se llamaba "Mini-manual del urbanista anarquista", firmado por Sam Blower, un estudiante de arquitectura de Sci-Arc [Los Angeles]. El libelo constataba una vez más como los arquitectos y urbanistas, consciente o inconscientemente, actuaban de manera sistemática en alianza con el poder. Proponía en contraposición una práctica arquitectónica aliada con aquellos cuyos puntos de vista y aspiraciones nunca son tenidas en cuenta en los procesos de toma de decisiones y construcción de la ciudad. Los planteamientos, tácticos, del minimanual eran los de la guerrilla: nomadismo, conocimiento milimétrico del lugar, estrecha vinculación con las comunidades locales y subversión -hoy podríamos decir hackeado de los espacios del poder [Pérez de Lama, Vanguardia angelino alienígena, en: Pasajes, noviembre 2000].

En los últimos meses, he tenido la suerte de observar, incluso participativamente como los antropólogos, tres actuaciones de híperarquitectura o urbanismo anarquista de gran escala y muy
inspiradoras: (1) la geografía territorial del zapatismo en Chiapas, y las geografías urbanas (2) del comercio informal en la Ciudad de México y (3) de la semana de manifestaciones en Los Angeles en protesta a la convención nacional del partido demócrata del pasado agosto. En las tres destacaría aspectos anarquistas adicionales: antiautoritarismo y cooperación en la construcción y el uso de sus espacios - en la producción del habitar.

En este escrito voy a abordar una primera aproximación a los tres acontecimientos, de carácter fundamentalmente descriptiva. En estas geografías o urbanismos se mezclan lo material, con lo imaginado y lo vivido de manera muy contemporánea. Algunas historias no son nuevas pero como las buenas canciones da gusto volverlas a cantar.


La geografía del zapatismo en Chiapas. La nave de los locos

Hace ya seis años, el primero de enero de 1994, se alzó en armas el EZLN [Ejército Zapatista de Liberación Nacional]. Aquella madrugada, en la que México también entraba oficialmente a la modernidad con su incorporación al Tratado de Libre Comercio, que vinculaba el país a EU y Cánada de forma parecida a la UE, los guerrilleros mayas enmascarados con pasamontañas negros tomaron la capital regional, San Cristóbal de las Casas, y otras 5 cabeceras municipales chiapanecas: Ocosingo, Altamirano, Las Margaritas, Huixtán y Oxchuc. Como en otras revoluciones mayas desde la conquista, los indígenas tienen un oráculo que habla la voz del pueblo y de la tierra, -una roca, un árbol, una sibila-. En esta ocasión se trata de un misterioso enmascarado, que como Cervantes, parece debatirse entre la espada y la pluma, el ingenioso hidalgo guerrillero subcomandante Marcos, portavoz del Comité Clandestino Indígena Revolucionario - Comandancia General del EZLN. Su palabra, junto al fuego de sus fusiles M-16 y la sangre de los combatientes han hecho famosa en el mundo la justa causa de los desposeidos, versión Sureste de México en tiempos del neoliberalismo globalizador.

Tras el primer golpe de efecto, se desatan los enfrentamientos entre el ejército federal y los zapatistas, que se saldan con 150 bajas y un elevado número de prisioneros por ambos bandos.
Mientras los federales asesinan a los prisioneros zapatistas con tiros en la nuca, la guerrilla libera a los suyos reservándose al general de división capturado para un juicio popular.
Aproximadamente dos semanas después el gobierno mexicano declara el alto el fuego debido a la presión masiva de la sociedad civil -uno de los conceptos preferidos por los zapatistas-, presión que culmina provisionalmente con una multitudinaria manifestación en el zócalo de la capital de la nación.

Durante los 12 días de guerra los zapatistas se han replegado parcialmente y se han hecho fuertes en los territorios que desde entonces serán territorios rebeldes, al nordeste y el este de San Cristóbal, la antigua Ciudad Real, en los Altos de Chiapas y la Selva Lacandona.

A medida que se va conociendo mejor el movimiento se descubre que no es una guerrilla que haya surgido de la noche a la mañana. Las condiciones de injusticia hacia los indios que habitan esta región rica en petróleo y otros recursos naturales se remontan por lo menos a los 508 años de
dominación europea y euromexicana. En el año del alzamiento el EZLN lleva organizándose y tejiendo las redes de resistencia con la sociedad civil local, las comunidades que habitan dispersas en las cañadas, desde hace 10 años. Según declaran los comunicados del CCRI-CC del EZLN el levantamiento armado ha llegado cuando todas las vías pacíficas se han agotado. Tenemos así una guerrilla replegada en un territorio inaccesible por el propio abandono de la construcción de infraestruturas por parte del estado y, estrechamente ligada a las comunidades que desea representar. La población de estas comunidades que ayudan al EZ, con comida, alojamiento, recursos, información, es denominada por el EZ como sus bases de apoyo. Un grupo sedentario y civil, aunque disperso en pequeñas unidades por la propia estructura poblacional del territorio maya; y otro, coordinado con el anterior, nómada y militar: moviéndose a caballo y a pie; y en las varias docenas de vehículos militares adquiridos en el alzamiento. Durante casi nueves meses al año, la época de lluvias, la mayor parte de este territorio, las brechas, cortadas y gargantas, es difícilmente accesible por medios de transporte "convencionales". Además de por los ideales, ambos grupos están ligados por el parentesco y el amor. Hay hermanos, padres, familiares. La guerrilla cuenta con un tercio de mujeres en sus filas, en igual proporción entre el mando y la tropa.

Municipios autónomos

Los zapatistas tienen presencia en 40 de los 111 municipios oficiales de Chiapas. En diciembre de 1994 se declaran 32 municipios autónomos en los territorios en rebeldía. Ésta es la plasmación territorial de uno de los más destacados principios políticos zapatistas: democracia, que igualan con autonomía. Autonomía, en esta revolución que pintorescamente para nosotros cínicos europeos enarbola la bandera mexicana por encima de todo y tiene el "patria o muerte" como uno de sus lemas, significa que las comunidades, los ejidos, los barrios, las escuelas, las universidades, las ciudades tengan el poder de decisión sobre su propia organización, sus recursos, el medio ambiente, la educación, la lengua. En Chiapas sólo una pequeña parte de la población habla español, "castilla" para los indígenas. Grupos linguisticos y étnicos diferentes participan en el EZLN, siendo los más numerosos los tztoztil, tzeltal, tojolabal y chol. En el caso de los mayas la autonomía se inspira en las formas tradicionales de gobierno, la comunidad o comunalidad [Gustavo Esteva / 1990 / The Informal Economy / Toronto], y otra de las insignias del zapatismo, el "mandar obedeciendo", es decir, que los cargos públicos sean verdaderos representantes de la voluntad comunitaria. Los 32 municipios se sitúan en el interior y en el entorno de la zona en rebeldía. Puede verse la relación y el detalle de estos municipios con topónimos como Emiliano Zapata, Ernesto Che Guevara o Tierra y Libertad en http://www.nodo50.org/raz/maz/munizap03.htm. En los acuerdos de San Andrés, firmados entre los zapatistas y el gobierno mexicano en 1996 se incluía el establecimiento oficial de los municipios autónomos. 4 años después los acuerdos de San Andrés, sin embargo, siguen pendientes de cumplimiento por parte del gobierno.

Otro de los aspectos relevantes de la organización territorial del mundo rural mexicano, que se enfatiza en los municipios autónonomos, es la existencia de ejidos o territorios comunales que los indígenas trabajan comunitariamente y que es base fundamental de su supervivencia y de la propia comunidad. Allí cultivan el maíz, el frijol y el chile, la tríada mexicana; el café y la papa. La existencia de los ejidos como tales viene de los tiempos de la conquista, y su reivindicación constituyó uno de los ejes de la revolución popular de 1910, y en especial de los sureños liderados por el hoy evocado Emiliano Zapata, Votán Zapata. Las reformas de 1987 del mal gobierno del presidente de Salinas de Gortari a la ley de ejidos, favoreciendo su enajenación por corporaciones o particulares fue otro significativo golpe del neoliberalismo a las prácticas locales y comunitarias que lleva al alzamiento de 1994. Los zapatistas han conseguido que la autonomía como participación ciudadana y verdadera democracia se haya constituido en uno de los principales debates de la escena política progresista mexicana. En la línea de la autonomía, Gustavo Esteva propone lo que denomina la crítica al "desarrollo" como el único ideal de vida, y reivindica la posibilidad y la necesidad para cada pueblo de concebir y perseguir sus propios ideales de vida y de organización social. Su propuesta supone la "disolución de las necesidades" definidas según el modelo del "american way of life" y la "regeneración del arte de vivir y morir", -otra educación, otra vivienda, otra sanidad, otra alimentación, otra relación con el medio ambiente-, en la que los pueblos dejen de ser "necesitados" y alcancen a ser ellos mismos: la autonomía de los zapatistas [Esteva / 1994 / La construcción comunitaria: Más allá del desarrollo sostenible y, Red de Apoyo Zapatista de Madrid / 2000 / La autonomía en los hechos / http://www.nodo50.org/raz/munizap.htm]. En el territorio en rebeldía la nueva sociedad zapatistas ha establecido una nueva legislación y en concreto una ley de impuestos de guerra que grava "a todos los pobladores civiles que viven de la explotación de la fuerza de trabajo o que obtienen algún provecho del pueblo en sus actividades". [EZLN / 1994: 38]

Militarización, paramilitarización, matanzas y desplazamientos

Al asentamiento alternativo del zapatismo en la geografía mexicana los gobiernos federal y estatal, los poderosos locales, los finqueros y ganaderos en el discurso zapatista, y el ejército han respondido con la militarización y paramilitarización del territorio, lo que se ha llamado la guerra de baja intensidad, con cuya presión esperan agotar a los zapatistas. Los poderosos han organizado guardias blancas que con nombres tan desafiantes como "Paz y Justicia" se dedican a la violencia en contra de los zapatistas y sus partidarios. A pesar del alto el fuego los militares han destruido múltiples poblaciones zapatistas, han ocurrido terribles matanzas como las de Acteal y Aguas Blancas, y sístemáticamente la alianza entre militares y paramilitares ha continuado con el hostigamiento -en especial de las mujeres-, la expulsión y el desplazamiento de los indigenas. Según una reciente exposición presentada en la UNAM, hay unas 20.000 personas desplazadas en Chiapas [más de 4000 familias y 60 comunidades]. ["Exposición: La paz tras el cerco" [catálogo] / en: cuaderno de reflexión y acción no-violenta núm. 4 / 2000 / Movimiento Ciudadano por la democracia et al]

Aguascalientes


Situación de los 5 Aguascalientes en el estado de Chiapas

Los pequeños poblados diseminados en el territorio, las comunidades y cañadas del discurso
zapatista, comparten tradicionalmente centros rituales o ceremoniales y espacios para el mercado
semanal que son donde se ubican las cabeceras municipales. Estos centros se componen de una iglesia, con una gran plaza para fiestas y mercados, y una mínima infraestructura de servicios
administrativos y de transporte. Este modelo ha servido para otro de los conceptos territoriales del zapatismo: los llamados "aguascalientes". En la década de 1910 se reunieron en la ciudad de
Aguascalientes los ejércitos de Zapata, Villa y otros generales para llegar a acuerdos entre todas las fuerzas revolucionarias. Este acontecimiento sirve para dar nombre a los centros de reunión de los zapatistas, cinco en total -La Realidad, Oventic, Morelia, Roberto Barrios y Francisco Gómez- que se distribuyen por el territorio zapatista agrupando etnias y zonas geográficas. Los aguascalientes son campamentos para el encuentro, pero también la prestación de servicios educativos [talleres y biblioteca] y sanitarios y, para la interacción con la sociedad civil, los observadores internacionales y los medios de comunicación. Cada aguascalientes es distinto, construido según los recursos y tecnologías locales de cada área.

El aguascalientes de La Realidad, fue el primero de los construidos, en plena Selva Lacandona, en el municipio de Guadalupe Tepeyac. Lo construyeron los zapatistas en agosto de 1994, durante 28 días de trabajo, el mismo año del alzamiento, para la celebración de la Convención Nacional Democrática, el primer encuentro formal de los zapatistas con la sociedad civil. La CND llevó al corazón de la selva a más de siete mil delegados -en palabras del subcomandante Marcos: "Con nuestro moderno sistema de cómputo hemos llegado a una conclusión: ¡Somos un chingo!"- a apoyar al EZ y a debatir sobre estrategias de unión y cambio de la sociedad mejicana.

Junto a las chozas chiapanecas ya comentadas en otro número del Boletín Fidas, el aguascalientes de La Realidad es probablemente la más relevante obra de arquitectura del zapatismo. Carlos Monsivais, uno de los principales críticos culturales mexicanos, asistente a la CND la definió como un Woodstock, Mad Max IV, la nave de los locos, y el propio subcomandante Marcos en su discurso de presentación como "un cuartel, un bunker, una fábrica de armas, un centro de adiestramiento militar, una bodega de explosivos / el arca de Noé, la torre de Babel, el barco selvático de Fitzcarraldo... la esperanza en gradas escalonadas, la esperanza en las palmitas que presiden la escalera para mejor asaltar el cielo, la esperanza en el caracol marino que desde la selva por el aire llama, la esperanza de los que no vineron, la esperanza de que las flores que en otra tierra mueren, aquí vivan." "Una biblioteca -destruida posteriormente por los militares-, un presidium con pinta de puente de trasatlántico, bancas sencillas para ocho mil convencionistas, 20 casas para hospedaje, 14 fogones, estacionamiento para 100 vehículos y 'área para atentados'."

En los textos sobre el evento de Monsiváis, Elena Poniatowska y Antonio García de León[EZLN / 1994 / Documentos y Comunicados / Ediciones Era, Mexico DF], se puede saborear la fascinación del evento y la magia de la construcción en medio de la selva, cubierta por una inmensa vela blanca, -como de un "tianguis" o mercadillo monumental-, y decorada con banderas mexicanas y mantas con temas de la revolución y manteles bordados, pasamontañas y paliacates rojos tapando las caras indígenas, colas para las tortillas y los frijoles, poemas y canciones: "Vestido de verde olivo / políticamente vivo / no has muerto / no has muerto / no has muerto camarada / tu muerte será vengada".

En el video titulado "Bienvenidos a bordo" puede verse como el comandante Tacho hace entrega del aguascalientes a la sociedad civil representada por la CND; las bases de apoyo y los guerrilleros con fusiles con cintas blancas atadas en las puntas desfilando y saludando a los convencionistas, y el subcomandante Marcos pronuncia su discurso de bellas paradojas y esperanza, revelándose como mejor escritor que orador [Ceiba Video / 1994 / Bienvenidos a bordo / Chiapas].

Al final de los actos se desata una tormenta de agosto tropical que fascina a los asistentes, hace parecer que la nave pudiera despegar de la ladera de la selva donde se apoya y, finalmente arranca la vela, apoyando las tesis de Deleuze y Guattari sobre el carácter nómada de la máquina de guerra. La firmitas vitruviana corresponde a la máquina de estado.

El zapatismo en el espacio de los flujos

Además de la geografía material el zapatismo destaca por ser el primer movimiento revolucionario con una estrategia presencial importante en los medios de comunicación internacionales a través de internet [Manuel CASTELLS / 1998 / La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Vol. 2: El poder de la identidad / Alianza / Madrid]. En
http://www.eco.utexas.edu/Homepages/Faculty/Cleaver/zapsincyber.html de la Universidad de Austin [Texas] puede verse la amplia relación de sitios web y listas de correo que mantienen la presencia del
zapatismo en el ciberespacio. Gracias al apoyo internacional en el espacio de los flujos, el zapatismo ha conseguido saltar por encima del control informativo del poder, desenmascarándolo y convirtiendo determinados territorios de los nuevos medios en propios, como un espacio de resistencia y encuentro solidario.

El zapatismo extiende además su presencia en la geografía física, la imaginada y la vivida mediante una serie de filamentos de diverso tipo que hacen compleja y rica y confieren carácter de red a su presencia en el espacio, extendiéndola por todo el globo.

Como en el mundo taurino, que Marcos discute ocasionalemente con Don Durito en sus escritos, las imágenes de Marcos y los zapatistas, en fotos, postales y pequeños muñecos mayas de madera y lana, pins, camisetas y pasamontañas permean San Cristóbal, la pequeña capital llena de turistas, llegando incluso a la Ciudad de México. Igual que los grafitis diciendo "Viva el EZLN", "Viva Zapata" o "Yo me voy con Marcos", por las calles de San Cristóbal, Oaxaca o Ciudad de México, y en las paredes de las universidades.

En la vida política mexicana el FZLN, [Frente Zapatista de Liberación Nacional] es el brazo político del EZ. No se trata, sin embargo, de un partido político que aspira al poder en las elecciones, a las que no concurre, sino de una fuerza política cuyo objetivo es promover las reivindicaciones del EZ: fundamentalmente, democracia, justicia y libertad.

Una interesante acción pacífica del EZ, en colaboración con el FZLN, fue el envío de un representante al Congreso Nacional Indígena de 1996 celebrado en la Ciudad de México. La delegada fue la comandante Ramona, una diminuta mujer indígena que casi no hablaba español, y su viaje fue
una peregrinación o romería inversa [el campo civilizando a la ciudad] y multitudinaria, escoltada en todo el recorrido, desde la Realidad a San Cristóbal y desde allí a la Ciudad de México por ingentes masas de partidarios del zapatismo que hacían de escudos humanos frente a posibles ataques o provocaciones. [Puede verse el video: Carlos Martínez Suárez / 1996 / Viaje a la Ciudad de México de la comandante Ramona. EZLN / Chiapas].

El tren zapatista

Los ideales y la acción zapatistas están presentes en toda Europa, los EU y Canadá, con "acciones zapatistas", comités y redes de apoyo. [Recientemente el barrio de Gracia en Barcelona se declaró municipio autónomo zapatista en solidaridad con el EZ y el pueblo de Chiapas]. El artificio de la máscara hace que todo el que lleva un pasamontañas sea un zapatista donde quiera que esté, "todos somos Marcos", y así en la reciente huelga de 9 meses de la UNAM en Ciudad de México, en Seattle 99, en Los Ángeles d2k, y aún más significativamente en Praga S26, los zapatistas han estado presentes con un papel protagonista, recordando la lucha en Chiapas y extendiendo sus ideales al conjunto de la civilización global. Particularmente en Praga, el "Tren Zapatista", fletado desde Italia, ha jugado un papel relevante en la organización de todos los eventos y ha añadido una nueva e interesante dimensión espacial al zapatismo, que me gustaría comentar en otra ocasión.


Segunda geografía: El comercio informal en la Ciudad de México

Cuenta Hernando de Soto, analista de la economía informal en el Perú, el origen típico de una ciudad informal: "Ocurre que cuando esta gente alcanza una cierta masa crítica, en las inner cities - o barrios populares interiores-, chabolas pero en el interior de la ciudad, donde están pagando alquileres y encuentran unas condiciones de vida muy difíciles. Ven que las afueras de la ciudad son montañas, o dunas de arena como en la ciudad de Lima, -o lagos desecados como en las afueras de la Ciudad de Mexico-, y piensan que no es un sitio malo para vivir, entonces prueban e investigan cuando cuesta comprar y establecerse en ese suelo. Y lo que encontramos fue que lleva seis años y once meses. Entonces, como no están dispuestos a esperar este tiempo, empiezan a organizar ocupaciones. Lo que ocurre es que entre ellos, algunos se hacen un promotores informales, y se pone a medir y repartir las dunas. Trabajan con ingenieros y trazan las calles y las manazanas y plazas y municipios y solares para colegios y entonces se ponen a vender entradas para la ocupación y adjudican solares, por un precio por supuesto, porque ellos son intermediarios. Y entonces, en el día D, generalmente durante la noche -las invasiones pueden ser de entre quinientas y cien mil personas- cogen sus palos y sus colchones de paja y sus bultos, y a la llegada del amanecer, de pronto se ven miles de personas empezando a subdividir la tierra y formar los primeros piquetes de defensa, porque lo que ocurre entonces, por supuesto, es que la policía está a punto de intervenir. Pero por supuesto, ya se ha negociado con parte de la policía y encontrado alguna manera para llevar a cabo al menos alguna forma de resistencia ficticia, o incluso luchar con ellos en el caso de que no haya sido posible comprar a la policía. Y comienzan un asentamiento, ... llegan los camiones con cal y comienzan a diseñar donde irán las calles, a delimitarlas, el límite de los patios, de las escuelas y todo el mundo comieza a asentarse. El primer "título de propiedad" son los ladrillos. En otras palabras, cuando han levantado los ladrillos en torno a las parcelas, entonces empieza a parecer una ciudad. Los líderes gradualmente dan paso a los primeros gobiernos electos, porque la idea, por supuesto, es conferir legitimidad, así que los habitantes, los tíos que finalmente se mudaron, dan el gran paso, eligen a su secretario general y a su gabinete - el ministro de saneamiento, el ministro del agua, para la electricidad, el que tendrá que tratar con el estado, el de organización interna- y eligen la asamblea general. Generalmente la forma que ésta toma es que cada manzana tiene, digamos, que 32 casas o más -depende del tamaño de las manzanas- y cada casa tiene derecho a un voto, se eligen así líderes de las manzanas y los líderes de las manzanas constituyen la asamblea general, y la asamblea general elige al secretario general. Es un sistema muy democrático. Y paso a paso de esa semilla va creciendo la ciudad. Quiero decir que hoy se ven partes de Lima que son exactamente igual que la ciudad formal pero que comenzaron ilegalmente. La idea es la de integrarse gradualmente en el sistema y una vez que se consigue, entonces se sustituye el secretario general por un alcalde y entonces ya está. Esto por suspuesto, lleva un período de veinte a treinta años." [gustavo ESTEVA + hernando SOTO + david CAYLEY / 1990 / the informal economy [transcripción de dos entrevistas radiofónicas / en: ideas, 1990 / canadian broadcasting corporation]

Esta podría ser la narración mítica del origen de Neza[hualcóyotl], Chimalhuacán, el Chalco y otras ciudades periféricas de México DF. Nezahualcóyotl, también conocida en los 80 como Neza York, por sus chavos banda, a pesar de su fama, es hoy una ciudad de clase media, de calles anchas y rectas, universidad tecnológica, plaza de toros y campo de fútbol de primera división, y de 3.000.000 millones de habitantes. Grupos como, entre otros, Neza Arte Nel [nel: no, coloquial] o la Fábrica de Artes y Oficios El Faro de Oriente, en el perímetro necense, intentan investigar y producir su propia cultura, popular, resistente y alternativa a las propuestas capitalinas y a las globalizadoras.[Generación # 28 "De Neza a Minezota" / 2000 / Ciudad de México]

Casi tan sorprendente como la anterior narración es el hecho de que cada día, y aún más acentuadamente los fines de semana, los espacios públicos de toda la Ciudad de México, con sus 15 a 25 millones de habitantes se ven ocupados por los llamados comerciantes informales. Plazas, calles comerciales, enclaves de transporte público, espacios interiores de la ciudad subterránea del metro -que transporta cinco millones de pasajeros diarios- son ocupados por puestos fijos, semifijos, rodantes, vehículos automotores, "toreros", y personal sin puesto, según la clasificación de los koolhaasianos LCM [Laboratorio de la Ciudad de Mexico]. Según datos del LCM, el 50% de la población de la zona Metropolitana del Valle de México se ocupaba en el sector informal en 1997. El crecimiento del sector se estimaba en los últimos seis años en un 108.5% frente a un 23.35% del sector formal. [LCM Laboratorio de la Ciudad de México / 2000 / ZMVM / México]

Tianguis

En la plaza de una estación de metro la instalación de los llamados tianguis -mercadillos- comienza hacia las 8 de la mañana, cuando se instalan varios puestos para el desayuno. Toda la microarquitectura llega en un carrito de mano de dos ruedas milimétricamente empaquetada y precisamente atada. Cada puesto tiene una o dos mesas, y dos o tres personas al cargo, dos lecheras con atolé de café y de chocolate, y otra con tamales, verdes o con rajas -pimientos- que se pueden tomar en tortas o en platos de plástico que forman parte del equipo de catering urbano. Una caja o fiambrera grande con pan dulce. Algunos tienen una plancha para hacer tacos, calentada con gas butano, que entonces es acompañada por contenedores con las materias primas y las salsas, y otra persona más al cargo de la plancha.

A continuación, a partir de las nueve o las diez empiezan a llegar otros carritos del imperio nómada. Los informales sacan mesas, extienden lonas en el suelo, disponen cajas -artesanales o industriales- como bases, despliegan sombrillas, y se ponen a montar sus composiciones barrocas y llenas de color de cds piratas, sujetadores, material de papelería, herramientas, ropa nueva y de segunda mano, elotes, frutas, zumos, dulces, plátanos fritos, libros, cigarrillos, despertadores, cristos, vírgenes, camisetas del Che Guevara y del EZLN, comics eróticos... Los vendedores de música llevan buenos equipos de sonido y su música, Pedro Fernández, Luis Miguel, Shakira, El Tri o Julieta Venegas llena las plazas y las convierte en verbenas.
En esta época del año llueve cada día hacia media tarde, y entonces, casi naturalmente empiezan a desplegarse toldos plastificados que se fijan mediante una red de tensores a los árboles, farolas y elementos arquitectónicos del espacio urbano: naranjas, rosas, amarillos, rojos, azules, un paisaje fantástico del caravansar en la ciudad. Al final de la tarde las parejas pasean de la mano o se besan en la calle como no haya visto en ningún otro lugar.

"Casa de letras"" en el Zócalo de la Ciudad de México

A última hora, hacia las 11 de la noche quedan en el Zócalo aún algunos pocos puestos de tacos. Éstos están construidos a partir de carritos de supermercado, una de las dos bases de los nómadas urbanos ecologistas, junto a las bicicletas. En la cesta principal se dispone un hornillo a gas; la bombona se sitúa en una repisa que se despliega por la retaguradia y, sobre el fuego una bella y moderna plancha circular de acero inoxidable y muy limpio, en la que como en un wok chino, según las distintas temperaturas de la plancha, se pueden almacenar, calentar y cocinar -de la periferia al centro-, los tacos de bistec, suadera, sesos, o huevo con arroz. La infraestructura de cocina se complementa con los contenedores para las salsas y condimentos, y las servilletas, los platos y cubiertos, colgados de los laterales del carrito y en un contenedor especial en la parte superior del carro, la sombrilla, y una serie de banquitos como de cuarto de baño que te permiten sentarte en pleno Zócalo a disfrutar de los tacos y de la charla, ¡como si estuvieras en el patio de tu casa!

En el metro entran y salen los vendedores ofreciendo en un tonillo peculiar los más sorprendentes productos y servicios: manual de papiroflexia en tres volúmenes, la interpretación de los sueños, mapas de la Ciudad de México, pilas para el walkman, la radio, el despertador..., la agenda "escuadra" para todos los documentos oficiales, -llévese las tres por el precio de una-, caramelos, chicles, pistachos, bálsamos para los dolores musculares, canciones peruanas, casetes con cuentos para niños, "El bosque azul", "El indiecito soñador", "El castillito sin flores" va recitando un señor de mediana edad, y lo hace porque los vende. Una niñita convence a su madre, un padre que echa de menos a su hija las compra. Los viajeros reciben las ofertas como un servicio público más, y también ponen sobre aviso a los vendedores en instalados en los pasillos del metro cuando viene la policía.

Las manifestaciones políticas son otro uso urbano que llena la ciudad de un espíritu similar al del comercio informal. Las ideas y los deseos fluyen y se intercambian en el Zócalo y en torno a los edificios públicos, el Senado, las universidades. Según Néstor García Canclini, citado en en ZMVM, en 1997 hubo 3.083 movilizaciones en el DF, es decir un promedio de 8.4 por día. A últimísima hora, en el Zócalo sólo queda una casa de letras, una tienda en la que un movimiento social se ha plantado para hacer patentes sus reivinidicaciones y cuyos paramentos son pancartas llenas de palabras y frases.

Acampada de campesinos frente al Palacio de la Minería

Durante mi visita, los campesinos de Veracruz acampaban ocupando una estrecha calle del centro donde se encuentra el Senado de la república, derramándose el asentamiento más allá de la calle hasta el frontal del palacio de la Minería y la estatua ecuestre de un rey español cuyo no nombre no aparece en el basamento, aunque sí una referencia al mérito del escultor y los fundidores. Los campesinos ataviados con sombreros de paja de aire tejano, habían ocupado la calle con las mismas lonas plastificadas y los mismos bellos colores de los tianguis algunas calles más abajo. Las lonas se apoyaban en y rodeaban el monumento ecuestre, y todo el ancho de la calle del Senado como si fuera una instalación de cualquier artista de moda sobre el habitar urbano. En una cocina de campaña preparaban la comida de los hombres y mujeres, niños y viejos que se veían melancólicos y fuera de su elemento en la metrópolis.
Quince días después, a la vuelta de mi expedición por el sur, una alegre música de danzón me atrae desde lejos, y al llegar me doy cuenta de que son los campesinos que han transformado su ocupación de la calle en una fiesta, con un sistema de sonido importante, un disc jockey y "un chingo" de parejas bailando con animación. Pregunto a los encargados de la música acerca de la marcha de sus reivindicaciones; terminamos bromeando: "tenía que haber traído usted a su novia a bailar". ¡Una pena que no tenía!

El hombre [y la mujer] común

Gustavo Esteva, actualmente director del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca, propone una interpretación original y política del "fenómeno informal". Para empezar no lo considera un fenómeno económico, producto del homo sapiens economicus, -el ideal de hombre de la ciencia económica occidental-. Pare él es producto de ingeniería social del que denomina "hombre común" -común de comuna / comunalidad-.

Para Esteva el urbanismo, el comercio y el resto de las actividades que se suelen denominar informales no son tanto una realidad económica sino el producto de la imaginación sociológica de la gente que se ha visto marginada del desarrollo. Se trata de un fenómeno en parte inspirado en las prácticas sociales tradicionales, -la cooperación, la solidaridad dentro del grupo, la organización informal- pero a la vez nuevo, debido a la incorporación de los recursos de la modernidad. El resultado son nuevos espacios y nuevos habitares que Esteva llama los nuevos "commons" - el nombre inglés para las tierras compartidas por la comunidad; en español podrían llamarse los nuevos ejidos-. "La contemporaneidad no sólo consiste en el empleo de técnicas y tecnologías modernas dentro de los nuevos ejidos, sino también en que existen maneras originales de organización y que éstas toman formas muy diversificadas. No es posible presentar un único modelo de organización, porque en cada lugar se encuentra un camino diverso."
Los hombres comunes "están tratando de cuidar de sí mismos, de organizarse... están redefiniendo sus relaciones con el poder y buscando su propia autonomía, la forma de gobernar ellos mismos sus propios espacios..." "El hombre común descubrió algo que es realmente de sentido común: que no tenemos el futuro, pero sí tenemos el presente. No podemos dominar el futuro. Podemos tener esperanzas al respecto... pero no lo podemos poseer. Sin embargo sí que podemos dominar nuestro espacio. Podemos conocer nuestro espacio, cada esquinita de nuestro espacio. Podemos estar aquí, enraizados aquí, tomando determinadas actitudes respecto de nuestro medio inmediato, nuestro barrio, nuestro pueblo o nuestra calle. Ese es nuestro lugar y verdaderamente podemos dominarlo. Realmente lo podemos conocer y amarlo e intentar vivir en él... El hombre común domina el espacio, en lugar de intentar dominar el tiempo".[gustavo ESTEVA + hernando SOTO + david CAYLEY / 1990 / the informal economy [transcripción de dos entrevistas radiofónicas / en: ideas, 1990 / canadian broadcasting corporation]


Tercera geografía: d2k contra el mito de la destrucción del espacio público

Inspirados por Seattle 99 los movimientos sociales progresistas de Los Angeles decidieron organizar una semana de movilizaciones durante la convención nacional del partido demócrata que se celebraría en agosto en el exclusivo y recién estrenado estadio de los Lakers, el Staples Center, parte del centro de convenciones del downtown de la ciudad.
Existía un significativo precedente histórico. Al final de los 60 el movimiento anti Vietnam consiguió cerrar la convención que aquel año se celebraba en Chicago, acontecimiento que lanzaría a la fama a Abie Hoffman, del Young International People's Party, con su amenaza de echar LSD en el sistema de abastecimiento de agua de la ciudad, y a Tom Hayden, ex-marido de Jane Fonda, hoy uno de los escasísimos senadores progresistas de los EU -si no el único.

Seattle y la nueva ciudad de las redes

El éxito de Seattle invitaba a incorporar novedades en las estrategias y tácticas resistentes: la organización en redes basadas en la convergencia, el consenso y la autonomía de los grupos o clusters, la integración de la creatividad artística y el carácter festivo en la acción política, y el uso de las nuevas tecnologías de comunicación en la preparación, la puesta en práctica y la difusión de las acciones.
Respecto de Seattle, el núcleo organizador inicial, d2k, y los grupos e individuos que se fueron integrando a las redes, se propusieron la integración de todos las "minorías" sociales y étnicas. Los críticos internos y externos habían coincidido en que en Seattle, aparte de los sindicatos, la mayor parte de los activistas habían sido jóvenes blancos universitarios. En relación con el anterior objetivo, d2k se planteó la construcción de un discurso político, o muchos discursos políticos rizomatizados, que no se limitaran a cuestiones globales, sino que incluyeran la gran diversidad de problemas que afectan a la población estadounidense y mundial: desde el estado policial a la educación, desde la ecología a los derechos de las mujeres, desde la discriminación racial a las cuestiones laborales.

Tal como Castells, Sassen, Scott o Soja, entre otros muchos, están explicando, las nuevas estructuras de producción en red y clusters, las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones, están transformando no sólo la manera en que vivimos nuestras nuestras ciudades, sino también su forma misma. Del mismo modo la nueva acción resistente tenía vocación de producir una ciudad diferente, aún cuando esta ciudad alternativa fuera materialmente efímera o nómada. Y efectivamente, durante los meses de preparación y durante los días de acción, vivimos una ciudad otra. Soy partidario de pensar, que después, la ciudad quedó también transformada; en la memoria, en la representación, en los hábitos, en la dignidad de sus habitantes, en el espíritu de los barrios, en la idea y la realidad del espacio público, en la relación de los habitantes con el espacio urbano, en la ecología del miedo que quedó tan debilitada, en la redes invisibles que realmente configuran la ciudad.

Durante tres meses se fueron construyendo coaliciones y redes de personas, organizaciones e ideas. El encuentro y el debate tuvo lugar en el espacio urbano y en la red de redes -en listas de correo en las que se intentaba tener un cierto nivel de discreción, y posteriormente en diversos sitios web que funcionaron como centros de información, difusión y debate, y proyectaban la acción a escala global. En el espacio urbano no existía un único centro sino que las asambleas generales y las reuniones semanales de grupos de trabajo -escenario, logística, medios de comunicación, arte en acción, mensajes, difusión y comunicación con las comunidades, legal-, del colectivo coordinador, de las organizaciones, de los grupos de afinidad, talleres de preparación y entrenamiento, fiestas benéficas..., se celebraban en una constelación de centros sociales, salas sindicales, iglesias, parques, teatros, bares, casas particulares etc. diseminada por toda la ciudad-región. El inventario de todos estos lugares determina un primer mapa de la resistencia, sin duda alternativo a los mapas oficiales de la ciudad.

Las murallas de Jericó

Un mes antes de la fecha de las acciones, la Red de Acción Directa [DAN] alquiló un edificio de cuatro plantas de almacenes que se convertiría en el Centro de Convergencia, el centro de operaciones, producción, intendencia e información de los activistas. El CC se emplazaba en Pico Union, a una manzana de MacArthur Park, uno de los peores barrios de la ciudad según la historia oficial, una de las piezas claves en los que Mike Davis ha llamado la "ecología del miedo" de la Los Ángeles: El barrio de las bandas salvadoreñas, La Mara Salvatrucha, y el principal escenario del grupo CRASH de la policía de Los Angeles, la hípercorrupta división antipandillas.
Yo nunca antes me había atrevido a ir a este barrio temible, y sin embargo, la convivencia entre los actvistas entrando y saliendo del edificio a cualquier hora del día y de la noche y los gente del barrio ha sido perfecta. La diferencia entre unos y otros llegó a desaparecer con momentos de fusión culminantes en los que la policía tuvo rodeado el edificio y los vecinos salieron a la calle en nuestro apoyo, acabando la historia con varias detenciones y una orden del juez prohibiendo ¡a la policía acercarse desde entonces al edificio! uno de los grandes triunfos del movimiento.
El edificio fue reparado, distribuido y puesto a punto y, posteriormente gestionado, de manera cooperativa por los activistas.
El CC se encontraba al oeste y a unos 20 minutos andando del Staples Center, la sede de la convención del partido demócrata; junto a una parada del nuevo metro de Los Angeles que lo conectaba con los otros dos centros de la acción popular.
El segundo era el Centro de Medios Independientes, en la sexta planta del Patriotic Hall, un edificio de servicios a dos manzanas al sur del Staples Center. Allí trabajaron unos 1000 voluntarios tratando de producir información independiente en internet, tv, radio y prensa escrita. Voluntarios que, omnipresentes con su credenciales azules en primera fila de todos los frentes, acabaron siendo llamados por la prensa corporativa "los falsos medios de comunicación": como en Mexico llaman a los huelguistas de la UNAM "falsos estudiantes", y en lares más familiares, a los críticos, falsos universitarios.

El tercer nodo popular era Pershing Square, -a unas siete manzanas al nordeste del Staples Center-, la plaza central y el único gran espacio público del Downtown. Pershing Square, recientemente remodelada por el arquitecto mexicano Ricardo Legorreta, era el punto de convocatoria inicial de las marchas celebradas durante la semana, que en su mayoría se dirigían al Staples Center. Los tres centros populares formaban un triángulo en cuyo centro aproximado se encontraba la arquitectura global y corporativa del centro de convenciones. Durante 5 días los activistas llenaron las calles con dos o tres marchas diarias, mítines, conciertos y acciones diversas, girando alrededor del Staples Center como el ejército de Josué rodeando la antigua Jericó con las trompetas. Sólo que aquí además de trompetas y tambores había una red de ideas y cuerpos, la red de la araña que dicen que inmovilizará y derribará al león.

En las vísperas de la protesta las agencias de seguridad locales y nacionales: LAPD, sheriffs del condado, FBI y Servicio Secreto, decidieron rodear el centro de convenciones y unas 30 manzanas en su perímetro con una valla de 4 metros de altura de hormigón y malla de acero y declarar el interior "zona libre de protestas". Su plan inicial era relegar los mítines de los manifestantes a un aparcamiento a varias manzanas. Una demanda judicial presentada por la American Civil Liberties Union en colaboración con d2k lo estimó anticonstitucional, desplazando la zona de mítines a ¡otro aparcamiento!, totalmente rodeado por cerramiento de tela metálica, a sólo una manzana del Staples Center. Resulta irónico y a la vez apropiado, que el lugar para los grandes encuentros ciudadanos en una ciudad tan entregada al coche como ésta acabe siendo un aparcamiento.

La lucha de los paisajes

Estos cuatro nodos, pues, y la red cuadriculada de calles en la que se emplazan constituían la escenografía para la acción. La acción tenía dos grupos de actores principales: los activistas y las fuerzas de represión. Como ya se va haciendo habitual en los recientes actos de protesta global, su número era del mismo orden, en los momentos más intensos, de entre 10.000 y 25.000 por cada bando. Los activistas haciendo de la ciudad un paisaje popular, por oposición diría yo al "paisaje global" o "corporativo"; y las policías intentando contrarrestarlo con la ecología del miedo, con el paisaje de la ciudad carcelaria de Foucault, aunque sin la menor sutileza.

Cada mañana y cada tarde, durante cinco días los activistas cantaban "nuestras calles, nuestro mundo" y lo demostraban con la práctica. Marchas y mítines convocados por las organizaciones más tradicionales, coordinadas por temas según cada uno de los días, se alternaban, simultaneaban, complementaban y mezclaban con acciones de guerrilla realizadas por los grupos de acción directa.

El resultado fue que las calles se inundaron con ríos de personas y colores, música, bicicletas, arte, marionetas, máscaras, literatura, performance, rabia, alegría, valor, dignidad, ideas sobre el mundo. Y todo tenía el carácter de una gran fiesta. Donde fiesta que es rito: actualización del nuevo mito que intentamos contruir; donde mito es narración del origen; el origen de una nueva sociedad solidaria y ecológica; libertad, justicia y democracia, en la versión de los zapatistas.
Actualización del mito de un público que se resiste a dejar morir su espacio, -la muerte del espacio público que anuncian los críticos de la metrópolis y los digitales: a manos de los parques temáticos, los centros comerciales, el internet y el control policial.
La narración de una ciudad alegremente compartida por gente de razas, ideología y sexualidad diferentes; pero diferentes también de los que creen en el dinero como motor de casi todas las cosas y en el miedo como razón de las restantes.
Nuevos ritos urbanos que, sin embargo, tienen un guión más libre y rizomático que los antiguos, más como las narraciones postmodernas de Deleuzeguattarilandia.

El tumulto de la comuna

En su autobiografía científica Aldo Rossi escribía sobre mito, rito, instituciones y monumentos; éstos últimos, materialización arquitectónica de los mitos en que se fundan las ciudades. Primero serían los mitos y después la ciudad y sus monumentos. De momento y por una vez me quedo con Koolhaas, SMLXL: la arquitectura es cada vez más la organización de eventos, grandes eventos que cambien nuestras vidas y nuestras ciudades; los momentos de Lefebvre y los situacionistas [Greil MARCUS / 1989 / Lipstick Traces. A Secret History of the Twentieth Century / Harvard University Press / Cambridge]. Y también como dicen con metáforas arquitectónico-ingenieriles mis colegas de Tijuana No: la gran muralla que los separa de sus hermanos pochos se derribará con una gran muralla de ideas y deseos.
¿Qué quedó en las calles una vez desaparecido el tumulto de la comuna? ¿Un virus secreto, un veneno indeleble como el del libro de Dorian Gray? ¿Ya nada volverá a ser igual?
¡Ya veremos! Vale.

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